BIENVENIDA

Hola, bienvenidos a este blog, en el que espero que encuentren datos sobresalientes sobre el acontecer de nuestro municipio.

lunes, 25 de mayo de 2009

PRINCIPES CONVERTIDOS EN SAPOS

Cuando mueren los detalles (Vida matrimonial)


Por: Martín Vázquez vega)

Después de varios años sin verse, Carmen y Patricia, dos grandes amigas de infancia, se encuentran y al cabo de un rato están ya “prendidas” chismeando y recuerdan detalles y anécdotas que vivieron cuando eran solteras. Luego de abordar algunos temas, poco a poco vuelven a sentir que siguen siendo amigas y confidentes. Y llegan al tema de la vida matrimonial.
-Y a ti, ¿cómo te ha ido con Armando? –pregunta Patricia .
-En realidad ni yo misma entiendo lo que pasa. En los primeros meses de casados todo iba bien , color de rosa, como en los cuentos de hadas y princesas, hasta que con el tiempo mi príncipe se convirtió en sapo, o sea se quitó la máscara y se mostró tal cual era -revela Carmen.
-Pues a mí -interrumpe Patricia- me ha pasado casi lo mismo, ¿Qué causalidad, no?, Antonio ya no me pone atención como antes y ya no se arregla elegante como cuando me enamoraba. Es más, si vieras la panza de perro milpero que hoy carga, no se si porque ya no hace deporte o por las chevas que toma con sus amigos constantemente. Además, la mayor parte de su tiempo se la pasa acostado sin hacer nada, viendo la tela y no mueve un dedo en la casa, su dedo solo sirve para el control remoto de la tele.
Con esta breve historia de dos amigas me viene a la mente la siguiente reflexión.
1-Si los hombres fuéramos menos machistas e insensibles descubriríamos que la mujer que tenemos como esposa merece mucho más de lo que le estamos dando.
2-Vivimos en un mundo tan lleno de preocupaciones y compromisos que olvidamos que el ser humano tiene también una zona espiritual, humana, propensa a sucumbir ante los embates del materialismo, el hedonismo, el pragmatismo, el consumismo. Así, nos olvidamos de esa mujer que Dios puso en nuestro camino y nos dio como compañera.
3-Cuando un joven está realmente enamorado su comportamiento, su forma de vestir, hablar y mirar tienen un no se qué, le brillan los ojos, es atento, servicial, caballero y educado con todo el mundo. Entonces , ¿por qué un hombre luego de dos o tres años de casado se “arrutina” y descuida detalles, ya sea con su pareja o en su persona?.
4-No pocas señoras se quejan de que sus maridos las tienen ya descuidadas, como un mueble más de la casa, porque ya no las tratan como antes, ya no les llevan regalitos, flores o serenatas como cuando eran novia y les visitaba su príncipe azul, si no en un caballo plateado como en los cuentos, al menos en una bicicleta montañesa.
5-¿Por qué el hombre descuida su apariencia física, ya no le importa su salud ni presentación personal? ¡Por qué le crece la panza? Lo que debería de crecerles cada día es el corazón, no la panza. Ni lo que tienen centímetros más abajo entre las piernas. Esto no importa, solo importa la intensidad del amor, que sean otra vez detallistas, tiernos, amorosos, atentos y amables. Que sigan valientes como príncipes, ¡no se arrastren ni brinquen como sapos! (Martín Vázquez)

NUNCA ES TARDE PARA VOLVER A SOÑAR

Pablo e Iván , dos ejemplos de vida

Por: Martín Vázquez Vega

Era poco después de las cinco de la tarde, había dejado de llover y la luz del sol, que se asomaba detrás de aquella nube, invitaba a realizar una tranquila y pausada caminata. El fresco olor a hierba húmeda y el vistoso color de aquel frondoso flamboyán me decía que bien valía la pena caminar un rato, sin prisa, sin pendientes.
Tan solo había avanzado unas cuadras cuando un auto azul se detuvo a mi lado y de su interior salió una voz, que luego reconocí. Era Pablo, un antiguo amigo de infancia, que se dirigía a su casa. Minutos después, alrededor de sendas tazas de café platicábamos de cómo nos ha ido en la vida, pues hacía ya mucho tiempo que no nos veíamos.
Uno de los recuerdos que guardo de él es el habernos propuesto en 1988 viajar de la capital, Mérida, a nuestro pueblo natal, Tekal de Venegas, pero en nuestras respectivas bicicletas. Cerca de 90 kilómetros, recorrido que cumplimos satisfactoriamente a pesar de que en cada población nos deteníamos a pedir que nos regalaran una jícara de agua.
Recuerdo que al llegar a nuestra meta, aún cansados, me dijo: “sueño viajar más lejos, me gustaría algún día conocer otras partes del mundo”. Yo, también extenuado y escaldado por pedalear durante seis horas, recuerdo que pensé en mis adentros: “Pobre Pablo, el cansancio seguramente le ha afectado la cabeza” , y le seguí la corriente. “Si , Pablito, sí, viajarás por toda la República pedaleando tu bicicleta”.
Y ahora, grande ha sido mi asombro y sorpresa al enseñarme Pablo (ahora Don Pablo) su álbum de fotos en donde se le ve acompañado de su esposa Rosario en sendos viajes realizados en Tierra Santa, Roma, Egipto y China.
-¿Y cómo lo lograste? Te sacaste la Lotería o asaltaste un banco? - le pregunté perplejo. Y él, todavía alegre, emocionado, me respondió “Nada de eso, Martín, nada de eso; recuerdas que un día te dije que llegaría lejos?, es que ya me lo había propuesto, era un sueño que tarde o temprano yo quería hacer realidad”,
-Si lo recuerdo –le dije- , fue un Viernes Santo de 1988.
-Pues resulta que he comprobado personalmente que solo cuando tenemos sueños, metas concretas y proyectos , y trabajamos tenazmente con acción y paso firme , perseverante, es cuando podemos hacerlos realidad –me respondió Pablo.
Luego de informarme que desde hace ya algunos años se dedica a promover productos energéticos y naturistas en la Península de Yucatán, me comentó que si ha llegado lejos es porque ha sido resultado de su perseverante esfuerzo por lograr y conseguir posesionarse en el mercado con su producto, hasta alcanzarlo.
El anécdota anterior, verídico, me hace pensar que los mexicanos soñamos mucho, construimos castillos en el aire pero nos pasamos el día rascándonos la cabeza o la panza esperando el éxito pero sin trabajar, sin poner de nuestra parte, sin mirar más allá de lo que tenemos ante nuestra nariz, sin insistir por golpear otra puerta cuando se nos dado un portazo.
Desde mi parcela me he enterado de personas que con coraje, entusiasmo, tenacidad y brío en los ojos, han alcanzado parte de sus sueños. Digo esto al pensar en un joven del Pueblo, Iván Borges, aficionado a la Historia y hoy en día es universitario (en UMSA, Mérida), quien a su corta edad ha escrito y publicado ya un libro acerca de esta población y trabaja actualmente en un proyecto consistente en empezar a publicar una revista cultural y de reflexión , a la que he sido invitado a colaborar, cosa que acepto no solo con gusto sino con ánimo de apoyarlo en su loable proyecto pues yo también fui joven y cuando me inicié en el periodismo hace casi 24 años, también tenía ese indescriptible brío y entusiasmo en la mirada. Como la de Pablo e Iván.
(En su oportunidad publicaremos y daremos más pormenores de la primera portada del primer número de esta revista, que llevará por nombre “La Voz Enclaustrada” )
De estos dos ejemplos de vida yo también aprendo mucho, pues nunca se deja de aprender. Aprendo que podemos ser felices cuando con éxito o sin éxito nos dedicamos a ser útiles a la Humanidad, empezando con la gente que nos rodea, con nuestros vecinos y seres queridos. ¿Qué dirá de mí la gente cuando yo muera, qué dirá mi epitafio?, seré por siempre recordado? Estas son preguntas que alguna vez nos hemos hecho al asistir a un velorio o cortejo fúnebre o al visitar un cementerio.
Si hoy mismo nos llamara el Creador, ¿estaremos preparados para abandonar este mundo? Hicimos el bien?, ¿vamos a dejar huella? Empleamos los dones y talentos que Dios nos dio?
En estos días de reflexión, previos a la Semana Santa, bien valdría la pena detenernos a examinar qué hemos hecho de nuestras vidas, que proyecto de vida tenemos en mente, ya sea a corto, mediano o largo plazo, pues no podemos vivir vegetando, esperando que la muerte nos sorprenda sin haber vivido amando plenamente y sin haber visto realizados nuestros sueños, sin haber pedaleado nuestras bicicletas. (Martín Vázquez Vega)

SIEMBRA SIN MIRAR ATRÁS

Por: Martín Vázquez Vega

Un día el ex presidente de los Estados Unidos, George Bush, se encontró en los jardines de la Casa Blanca, en un árbol, un letrero pintado a mano que decía, “El tiempo demostrará que tienes la razón”. Y se quedó pensativo. Y se puso a meditar y preguntarse qué lugar ocupará en la Historia. E hizo un repaso mental de sus últimos discursos , analizó qué ha dicho en cuanto política exterior, etc. Y se cuestionó si realmente fue lo correcto haber irrumpido bélicamente en Irak. Luego de horas, no quedó del todo satisfecho con sus conclusiones (consultar este hecho en la hemeroteca 17 de Diciembre de 1992).
Este anécdota, sencillo, quizá trivial, quizá podría enseñarnos algo. Por ejemplo, que en el fondo todo ser humano pensante, de sano juicio y buena voluntad, le gustaría dejar huella en su paso por la vida, o mucho mas, “dejar el mundo mejor que como lo recibimos”, como entendió y practicó el fundador e iniciador de los scouts, Baden Powell.
Todo hombre haga poco o mucho es ya parte de la Historia , independientemente de si lo enlisten y consideren luego como un personaje digno de imitar. El qué dirán de nosotros no nos incumbe. A nosotros solo nos toca aquí y ahora realizar lo mejor posible lo que nos toque hacer , en el lugar preciso, hora precisa y personas precisas. Lo demás, la recompensa, el éxito, el “buen lugar en la Historia , no corre por cuenta nuestra. Es “hacer el bien sin mirar a quién”.
¡Por qué digo todo? Porque en la postrimería de este mes de mayo (día 29) la grey católica tekaleña festeja el aniversario número 57 de ordenación sacerdotal del Pbro. Avelino Carvajal López, actualmente párroco en Dzemul, Yucatán, y quien durante la década de los 70s y 80s fue párroco en esta población con una trayectoria tal que incluso actualmente tekaleños avecindados en Cozumel, Cancún y otras partes del Sureste aún recuerdan su trayectoria pastoral.
Ha sido trascendental el paso de este sencillo cura de pueblo en Tekal de Venegas. A grado tal que en el año 2000 el Ayuntamiento de esta población mandó edificar en el atrio del templo una estatua de este sacerdote yucateco, estatua que hoy en día observan quienes entran al templo por la puerta del lado norte.
Por lo general un monumento en honor a alguien, sea prócer, luchador, activista o personaje, se levanta al fallecer éste, no antes. Pero en este caso singular, poco común, el “Padre Bish a Bel” (como cariñosamente le llaman aquí) , ha roto sin proponérselo este paradigma. Al parecer casos así solo ha habido tres en Yucatán.
Para finalizar, y como un homenaje personal a este singular cura, a este incansable apóstol de Cristo, transcribo una reflexión que un día conocí cuando estudiaba en la Facultad de Filosofía en el Seminario Conciliar, reflexión que se aplica “ad hoc”:

“Siembra sin mirar la tierra donde cae la semilla. Estás perdido si consultas el rostro de los demás. Tu mirada invitándoles a responder les parecerá invitación a alabarte, y aunque estén de acuerdo con tu verdad, te negarán por orgullo la respuesta. Dí tu palabra y sigue tranquilo sin volver el rostro. Cuando vean que te has alejado, recogerán tu simiente; tal vez la besen con ternura y la lleven a su corazón.
“No pongas tu efigie reteñida sobre tu doctrina. Le enajenará el amor de los egoístas, y los egoístas son el mundo. Habla a tus hermanos en la penumbra de la tarde, para que se borre tu rostro, y vela tu voz hasta que se confunda con cualquier otra voz. Haste olvidar…..haste olvidar… harás como la rama que no conserva la huella de los frutos que ha dejado caer.
Que te baste la sagrada alegría de entregar el pensamiento, que te baste el soberano y divino saboreo de su dulzura infinita. Es un misterio al que asisten Dios… y tu alma. ¿No te conformas con ese inmenso testigo? El supo, El ya ha visto, El no olvidará.
También Dios tiene ese recatado silencio… El calla, calla siempre ... Y sonríe.…”


(Texto: Martín Vázquez Vega)